El Rama
Nombre del municipio: EL Rama
Nombre del departamento: Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, RACCS.
Fecha de fundación: 28 de diciembre de 1910.
Posición geográfica: EL RAMA se encuentra entre las coordenadas 11°43'12" y 12° 44' 00" latitud norte y 83° 58' 15" y 85°00'00" longitud oeste.
Límites:
Al Norte: Municipios de Paiwas y El Tortuguero.
Al Sur: Municipio de Nueva Guinea.
Al Este: Municipios de Bluefields y Kukrahill.
Al Oeste: Municipios de Muelle de los Bueyes, Santo Domingo.
Extensión territorial: 5,618 kms2.
Clima y precipitación: El municipio producto de sus altas temperaturas y precipitaciones se encuentra constantemente expuesto a tormentas, depresiones tropicales, huracanes e inundaciones consecuentes.
Población: 59,089 habitantes.
Densidad poblacional: 15.7hab./kms2.
Religión: En su mayoría católica
Distancia a la capital y a la cabecera: La cabecera municipal está ubicada a 292 kms. de la ciudad de Managua. Adquiere una forma alargada de Sudeste a Noreste, con dimensiones de 150 kms. de largo (desde el Caño Colorado, afluente del Río Mahogany, hasta el río La Cusuca) y 32 kms. de ancho.
Principales actividades económicas: Agricultura y el comercio.
Cabecera municipal: Ciudad Rama
Superficie:
3,752.9 Kms2 (INETER, 2000)
5,618 Kms2 (TGL 1996- INIFOM)
4,737.7 Kms2 (Alcaldía de EL RAMA, 1999)
Altitud cabecera municipal: 9.71 msnm (INETER, 2000) Población total:
64,011 (INEC, proyección 2000)
64,418 (CSE, proyección 2000)
54,337 (Alcaldía de EL RAMA, 1999)
Proporción urbana / rural: 31.54% / 68.46% (CSE, 2000) Brecha de pobreza: 3% (FISE, 1995)
Indice de Necesidades: Pobreza extrema, 77.6%; Pobres, 16.9%; No pobres, 5.6% (SAS, Básicas Insatisfechas 1999).
Reseña Histórica
EL RAMA es un municipio antiguo, que ha jugado un papel crucial en las historia de la relación del Pacífico con la región Caribe del país, sirviendo desde cabeza de playa para invasiones y revueltas político-militares, hasta de punto de fusión y puente de comunicación y entendimiento de las dos culturas, a nivel de su ciudadanía.
Como preludio de este rol como lugar de encuentro de las dos culturas que forman la nacionalidad nicaragüense, la historia recuerda que entre los primeros vecinos de la ciudad estuvieron un aventurero inglés y un colonizador español, por los años 70 del siglo XIX. También por aquí penetraron a la costa Caribe los misioneros capuchinos catalanes que fundaron el Vicariato de Bluefields, muy ligados a la historia de la Región y promotores de muchas de sus obras de progreso. Uno de estos misioneros construyó la iglesia católica de la cabecera municipal a partir de 1915, parte de la cual todavía se conserva.
El nombre del municipio es una reminiscencia de sus primeros pobladores, indígenas caribeños de la etnia rama, que alguna vez poblaran las riberas de los ríos Siquia, Mico, Rama y Escondido hasta el litoral, en los territorios de los actuales municipios de Bluefields y EL RAMA. Al contrario de los miskitos, esta etnia no se subordinó a los piratas ingleses y de otras naciones europeas que a partir de 1633 irrumpieron en la costa Caribe de Nicaragua. La etnia también se mantuvo en lucha contra los conquistadores españoles que trataban de esclavizarlos durante la conquista, en Nicaragua y el Noreste de Costa Rica.
La alianza británico-miskita proporcionó armas de fuego a estos últimos, con las cuales los miskitos y el protectorado británico pudieron mantener sojuzgadas bajo su monarquía a las otras etnias caribes, incluidos los ramas, hasta la incorporación de la Mosquitia a la nación nicaragüense en 1894.
Los pobladores actuales de EL RAMA no se reconocen como descendientes de esos indígenas ramas, y quienes sí lo hacen viven en una pequeña isla en el litoral del vecino municipio de Bluefields; sin embargo, en EL RAMA hay una pequeña parte de la población de ascendencia creole y posiblemente también miskita; asimismo hay descendencia de la emigración china de fines del siglo XIX.
En el período 1877-1880 Ciudad Rama estuvo ubicada en la ribera suroeste del Río Siquia (San Julia), lugar caracterizado por fangos y terrenos sensibles a inundaciones. Por esta razón fue trasladada al sitio que actualmente ocupa, ya que ofrecía mejores condiciones geográficas.
La cabecera municipal fue elevada a la categoría de ciudad el 8 de diciembre de 1910, y el territorio a municipio el 28 del mismo mes y año.
El municipio se inscribió en la geografía económica nacional a fines del siglo XIX, con el inicio de la extracción de madera, hule y banano por compañías norteamericanas de enclave. Esta activación económica causó un fuerte flujo migratorio desde los departamentos de Granada, Boaco y Chontales así como de ciudadanos de origen chino, quienes se dedicaron principalmente al comercio.
También su historia está ligada a la de la expansión de la frontera agrícola, en la medida en que la construcción de la carretera Managua-Rama facilitó las sucesivas oleadas migratorias de campesinos mestizos que poblaron Muelle de los Bueyes, Nueva Guinea y Kukra Hill.
En un primer gran momento colonizador, el poblamiento de la región suroriental del país se inició en los años 30 y se profundizó a partir de 1945, sobre todo por habitantes de la región surcentral del país, principalmente del departamento de Chontales, teniendo como ejes las trochas abiertas en los bosques vírgenes por la explotación cauchera y maderera de enclave.
Una segunda gran oleada migratoria, la más intensa, se dio a partir de la década de 1950 y hasta después de 1974, ligada a las etapas segunda y
tercera de la inserción del país en el mercado mundial, con el algodón y la carne como principales productos agroexportables.
El sector agropecuario del país se caracterizó por un fuerte incremento entre 1950 y 1978: la tasa de crecimiento promedio del sector en el PIB alcanzó casi un 5% en ese período. Este desarrollo capitalista siguió una vía de modernización relativa, con una considerable expansión de la gran producción agroexportable, de manera que la producción de algodón, carne, azúcar y café incrementaron en alrededor de 500%, 377%, 250% y 151% respectivamente.
Pero la de granos básicos lo hizo comparativamente de forma muy moderada, en sólo 60% en el mismo lapso, porque estos no son un producto apetecido en los mercados de exportación.
El incremento no tuvo como ejes la elevación del valor agregado de los productos agropecuarios o cambios tecnológicos que aumentaran la productividad de los mismos, sino una expansión del área de cultivos agropecuarios en el Pacífico y centro del país, sobre la base de explotaciones extensivas, particularmente en los casos de la carne y el algodón.
Así se explica que caracterizaran este crecimiento económico la concentración de la tenencia de la tierra y la consecuente proletarización de las capas más pobres del campesinado en esas mismas regiones, por excelencia productoras históricas de granos básicos. Es decir, el crecimiento económico del país se hizo sobre la base del empobrecimiento del campesinado.
La solución hallada para ambos problemas, el de los campesinos sin tierra y el de la necesidad de incentivar la producción de granos básicos, fue propiciar el avance sobre la frontera agrícola. Entre los sectores sociales que participaron en la corriente migratoria se encontraban sectores acomodados que expandían sus fincas, y el campesinado empobrecido de las regiones donde se consolidaba la gran hacienda ganadera y cafetalera.
Como consecuencia de esta política de reforma agraria en tierras de frontera agrícola, en todo el período el área agropecuaria nacional aumentó a un ritmo de hasta 150,000 hectáreas anuales, y en específico los pastos se incrementaron en tres millones de manzanas, a costa del bosque subtropical o tropical húmedo.
Pero por razones adversas, de la organización económica del Estado tanto como agroclimáticas y edafológicas, bastantes de estos campesinos (y por igual muchos otros de zonas más al Sur y al Oeste) vieron frustrados sus sueños de instalarse establemente: después de despalar y sembrar granos básicos por varios años, su productividad y rentabilidad bajaron, y si como era el caso más frecuente no habían logrado acumular capital con el ganado, optaban por vender las mejoras, consistentes básicamente en pastos, y se internaban en la montaña, hacia el Este o el Sur.
Esta migración se ha convertido en la tercera gran ola migratoria sobre la frontera agrícola, con entre 25 y 10 años de antigüedad, la que actualmente ha
alcanzado los manglares costeros y la reserva biológica de Indio-Maíz, en los municipios de Kukra Hill, Bluefields y San Juan del Norte.
Aunque ha partido de la antigua frontera agrícola, en esta ola también participan campesinos de las regiones central y norte, que después de la Reforma Agraria en el paréntesis revolucionario de los años '80 continúan siendo desplazados por la recomposición del latifundio y el empobrecimiento de las tierras. No por nada, muchos de los habitantes de la costa Caribe cuando valoran el deterioro de su región muestran su rechazo a estos campesinos, y se refieren al proceso como la 'chontaleñización' de la Costa.
Es claro que la cultura productiva de tumba-roza-quema de estos campesinos, profundamente arraigada, tiene su origen objetivo en este proceso todavía inconcluso de avance sobre el bosque, obligados las condiciones macroeconómicas adversas y autorizados por el desorden territorial.
Este proceso de deforestación sostenida alcanzó nuevos ritmos a partir del fin del conflicto bélico de los años 80, y se calculan entre 75 y 100,000 hectáreas de bosque anuales (120,000 en el ciclo agrícola 1991-1992) alcanzadas por la tragedia ambiental, una tasa de 2.8 a 3% de la masa forestl nacional; especialistas pronostican que a ese compás, en un lapso de 25-30 años se termina lo que queda de bosques en el país.
A partir de la regionalización del país en 1982, el municipio de EL RAMA junto con los municipios de Nueva Guinea y Muelle de los Bueyes, del Departamento de Zelaya, y el municipio de El Almendro, del Departamento de Río San Juan, se incorporaron desde el punto de vista funcional a lo que se denominó Región V, que incluyó a los Departamentos de Boaco y Chontales.
Las reformas constitucionales de 1995 implantaron de nuevo la departamentalización, aunque manteniendo las Regiones Autónomas del Atlántico; EL RAMA quedó incorporada a la Región Autónoma del Atlántico Sur, pero en la práctica con poca ligazón político-administrativa a las autoridades regionales autonómicas.
Alguna vez Muelle de los Bueyes y Nueva Guinea fueron parte de la demarcación de EL RAMA, lo mismo que el municipio naciente de El Ayote, hasta el año 2000 en que fue elevado a esta categoría. Perdida parte de su antigua dimensión política y territorial, EL RAMA es todavía un municipio grande, pero sobre todo consolidado.